Originally published at: https://ocu-pasionfriki.geektherapy.com/2019/01/21/de-ocu-pasion-padre-y-madre-el-reto-de-ser-padres-frikis/
¡Feliz año ocu-pasionados!
He querido comenzar el 2019 hablando un poco de lo que significa ser un adulto, y más específicamente un padre friki.
Desafortunadamente aún dentro de nuestra cultura global reconocerte como “friki”, “nerd”, “ñoño”, “geek” así como otros adjetivos diferenciales, no está del todo bien visto; muchas personas siguen asociando este tipo de aficiones y otras, con cosas negativas (y los medios no colaboran en nada, cuando cada vez que sucede alguna tragedia, sólo enfatizan en que el perpetrador jugaba muchos videojuegos, o escuchaba metal, o cosas así).
Esto lleva a que muchos fanáticos prefieran omitir este aspecto de sus vidas dentro de las interacciones cotidianas, en el aspecto profesional, o en sus relaciones personales, para que no les reste credibilidad.
La problemática se hace un poco más compleja cuando además tienes el deber moral o social de “dar ejemplo” a tu hijo, y no faltan los comentarios sobre como “no puedes seguir jugando”, ni “dejar ver a tus hijos esas series extrañas”.
Ser un adulto friki no es fácil, y ser un padre friki sí que menos. Pero en Ocu-Pasión Friki es nuestra premisa que serlo, puede ayudar a salvar el mundo. O por lo menos, nuestro pequeño mundo.
Y aquí te decimos cómo, y por qué.
Empezamos recordando que, dentro de este modelo, ser friki consiste en ser apasionado por las actividades que realizamos, las cuales no se limitan a las aficiones de tiempo libre en las que pensamos comúnmente al escuchar esta palabra. Puedes ser friki de tus ocupaciones de autocuidado, así como de las de productividad. Lo importante es que dentro de tu rutina cotidiana tengas una ocupación que despierte tu pasión, y que te motive a tener todas las otras al día, para poder disfrutarla tranquilamente.
Un papá o una mamá friki es aquel que, al vivir ocu-pasionado, se convierte en modelo de este estilo de vida para sus hijos. Así los pequeños aprenden que tenemos actividades que amamos, como actividades que no, y que ambas son necesarias.
Los padres frikis transmiten sus pasiones a sus hijos, mas no les obligan a que las adopten como propias. Al contrario, los motivan a encontrar sus propias pasiones, y además buscan conocer cuáles son esas actividades que les interesan a sus hijos.
Los padres frikis no llaman “muñequitos chinos” al anime, ni “música satánica” a todo tipo de metal. Además, reconocen que no todas sus actividades son apropiadas para sus hijos. Y por eso no llevan a sus chiquitos a ver Deadpool, por mucho que los niños amen a los superhéroes. Tampoco juegan Resident Evil con niños pre-escolares, así ellos amen los videojuegos.
PADRE FRIKI, ¡NO ESTÁS SOLO!
Aunque, como decía al principio, hay un componente social negativo que aún se asocia al ser friki, la realidad es que nuestra generación es muy diferente a la de nuestros padres, y por lo tanto el estilo de crianza también lo es.
A diario rediseñamos las formas de trabajar, y de relacionarnos, y también a diario creamos una nueva forma de relacionarnos con los chiquitos.
Por eso es muy grato encontrar dentro de la comunidad global en Internet, más y más padres frikis compartiendo sus experiencias, sus inquietudes, sus logros y sus aprendizajes.
Para mí como terapeuta es muy satisfactorio cuando una mamá me dice: “viéndote trabajar me he dado cuenta que no está mal que aún me gusten las películas de superhéroes”, o cuando uno de mis niños me cuenta: “el fin de semana mi papá me preguntó por los Youtubers que me gustan”.
Pero como no quiero que esto se limite a los pocos padres a los que tengo alcance, me complace compartirles las siguientes experiencias, todas muy gratas de seguir en la red:
- Padres Frikis: Esta página fue la primera que conocí de su tipo, obviamente porque se han sabido quedar con el mejor nombre. Joaquín es uno de los pioneros en crianza friki, y a través de sus redes comparte anécdotas de sus pequeños hijos y actividades para compaginar sus intereses con el hecho de ser padre y con los de sus niños.
- BaM Ocio Alternativo Familiar: Julia es psicóloga social y madre de dos niños y cuenta ya con un equipo bastante completo en su blog, en el que hablan de juegos, libros, cine, maternidad y hasta cocina friki.
- Madre reciente: Melisa es periodista y madre de dos hijos, se las ingenia además para escribir sobre frikismo, familia e inclusión, entre muchos otros temas. Conquistó mi corazón con su post “Orgullosos de ser padres frikis”.
- Criando frikis: Criar es de alguna manera entrenar a nuestros hijos para la vida, y estos padres españoles lo tienen muy claro. Saben que criar frikis es presentar otra forma de entrenar a los niños, y lo hacen en igualdad, como lo indica una hermosa placa que han diseñado para sus seguidores.
- Maternidad imperfecta: Aquí encontramos las experiencias de Ana, una madre imperfecta y friki, sobre sus embarazos, la convivencia con una enfermedad rara, y el frikismo.
- Maternidad continuum: Pilar es madre de dos hijas, y a través de su página, muy completa por cierto, busca acompañar a otras mamitas compartiendo sus experiencias y conocimientos en el arte de ser mamá. Y sí, además es friki.
- Yo Soy tu Padre Friki: Este canal se merece una mención especial, ya que la creación de contenidos es una experiencia conjunta padre-hijo, y eso me parece maravilloso.
¿Y SI NO SOY UN PADRE FRIKI?
Bueno, en primer lugar, yo no diría que no lo eres, porque creo fervientemente en que todos somos aunque sea un poco friki por algo. Sólo tenemos que encontrarlo.
Pero si en verdad no conoces y/o no comprendes las aficiones de tus hijos, mi primera recomendación es dedicar tiempo a conocerlas, consultarlas por tu cuenta, y no desarrollar prejuicios.
En segundo lugar, ya con algo de conocimiento previo, comparte con tu hijo. A todos nos encanta hablar de lo que nos gusta, así que si creas la oportunidad para que él o ella te hable, te explique y te enseñe su afición, lo hará encantado. Ojo, esto funciona mejor si lo hacemos desde la temprana infancia, con un niño mayor o un adolescente es un poco más complejo y requiere de más tiempo. No esperes que la primera vez que le preguntes algo, te lo cuente con lujo de detalles.