Originally published at: https://ocu-pasionfriki.geektherapy.com/2019/05/15/y-si-no-somos-lo-suficientemente-buenos/
“Hay esperanza, incluso cuando tu cerebro dice que no la hay”.
John Green. Mil veces hasta siempre.
El día de hoy mi cerebro no siente mucha esperanza. Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que escribí un post en el blog (aunque sí he estado muy activa en nuestras redes), y hoy lo retomo para desahogarme un poco.
Estas son las actividades de dos de mis chiquitos:
![](upload://enbYUeZEVA0ssQHi2rQJvrOKtQr.jpeg) ![](upload://10oY27H6x4IEn0Lps9SK1xYbIWu.jpeg)El coloreado y el dibujo de la figura humana de una niña de 5 años y un niño de 4 años, respectivamente.
En el informe de notas que entrega el colegio, ambas instituciones reportan que no han alcanzado el logro de coloreado y dibujo, que deben continuar en terapia ocupacional para reforzar sus trazos.
Son niños y familias que han participado juiciosamente en el proceso terapéutico y están alcanzando los objetivos planteados de estimulación motora fina. Son niños que no tienen ningún trastorno, y que sólo requerían la promoción de sus habilidades.
Son niños que de acuerdo a escalas de desarrollo poseen un nivel de habilidad acorde a sus edades, por lo que están a punto de recibir el egreso del servicio.
Pero para los colegios no es suficiente.
El sábado pasado tuve una consulta con un niño de 6 años, quien empieza a hiperventilar cuando siente que se le está calificando. Un niño al que le dijeron que debía sacar las mejores notas para ser digno de su colegio. Un niño que llora cuando debe usar el borrador, porque es signo de que se equivocó, de que no es lo suficientemente bueno.
Los niños son felices en sus terapias. El modelo de Ocu-Pasión Friki ayuda a que sus habilidades se desarrollen con fluidez y a que alcancen los objetivos planteados.
¿Pero qué hacer cuando el ambiente en el que viven sólo les repite que no son lo suficientemente buenos? Es más, ¿cuándo una persona va a ser lo suficientemente buena?
Todos vivimos en proceso de desarrollo, desde el nacimiento hasta un momento antes de morir. Todos tenemos fortalezas y aspectos por mejorar. Nuestro maravilloso cerebro es plástico y responde a la estimulación desarrollando mejores habilidades.
Pero nunca vamos a ser perfectos.
Y como terapeuta me niego a seguir el juego social de buscar que los niños tengan un desempeño de 10 en todas las asignaturas, que se estén quietos durante las 8 horas de la actividad escolar y que no cometan ningún error.
Mis niños son lo suficientemente buenos cuando han logrado mejorar habilidades que no tenían desarrolladas antes, cuando han aprendido a tolerar la dificultad, cuando se conocen mejor y saben qué les gusta y qué no, y cuando se esfuerzan por cumplir con sus responsabilidades.
Mis niños son niños. Y el momento en que ellos cuentan con todas las habilidades para responder a sus ocupaciones, es el momento en que deben dejar la terapia.
Así sus notas no sean perfectas.